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Los avances tecnológicos que vive la automoción están influyendo mucho sobre la manera de entender el diseño de los coches. Ya no hablamos solo de variaciones funcionales que mejoren, por ejemplo, la eficiencia y el consumo y así aumente la autonomía de las motorizaciones eléctricas. Se trata de un nuevo concepto que no roza, sino que abraza tendencias atrevidas, dinámicas y futuristas.

Los vehículos están adoptando nuevas identidades al tiempo que nos vamos sumergiendo en otro concepto de movilidad, eléctrica y sostenible. Al éxito de los diseños SUV, que ya acaparan casi todos los segmentos y tamaños, hay que sumarle los frutos del factor tecnológico. Esto se relaciona con una cuestión muy común en nuestros días. ¿Debe la tecnología adaptarse al diseño de los coches o es el diseño el que ha de mutar para acomodar las ventajas tecnológicas?

Diseño al servicio de la tecnología

El auge de la movilidad eléctrica ha vuelto a introducir este debate con más fuerza que nunca, entre los fabricantes más conservadores y aquellos que realizan una apuesta férrea en varios frentes. En la pasada década, existían dos tendencias claras con respecto al coche eléctrico: casas que preferían aprovechar las ventajas arquitectónicas consolidadas y acomodar los nuevos propulsores a los esquemas conocidos; y otras que optaban por «comenzar de cero» con un nuevo diseño que les prestaba una nueva identidad.

Ese detonante eléctrico ha terminado por extenderse a otras facetas. De este modo, los fabricantes más innovadores se están adelantando a ofrecer diseños acordes a su inversión tecnológica. El caso de Hyundai es un buen ejemplo. Con cada nuevo lanzamiento, la compañía coreana se ha atrevido a subir un escalón. Lo hemos comprobado con las nuevas y exitosas líneas y tecnologías del Hyundai TUCSON; el paso al frente con la serie IONIQ que le valió a IONIQ 5 el reconocimiento de coche del año en el mundo 2022; o el diseño rompedor y a la par clásico de IONIQ 6, que ha servido para que Hyundai repita galardón al coronarse como coche del año en el mundo en 2023.

Si tomamos a Hyundai como referencia, lo meritorio de este fabricante es que no se ha limitado a aplicar las ventajas tecnológicas y el diseño a sus modelos electrificados, sino que lo ha convertido en santo y seña de toda su gama. Así se puede comprobar con la segunda generación del Hyundai KONA. Vamos a repasar algunos de sus detalles más significativos para ilustrar en qué consiste la nueva unión entre tecnología y diseño.

Conservadurismo vs. innovación

SUV de Hyundai

En el seno de la propia industria también se vive un debate intenso. Algunos expertos en la materia, como el profesor Andrew Graves de la Universidad de Bath (Reino Unido), piensa que algunos altos ejecutivos de la industria «son gente muy conservadora que [ante una propuesta novedosa] no tardan en decir que los conductores no comprarán eso», refiriéndose a los nuevos cánones tecnológicos y de diseño que comienzan a emerger. Sin embargo, la historia de la tecnología, junto a las cifras de matriculaciones, suelen apuntar lo contrario. ¿En qué aspectos se materializa la relación entre nuevas tecnologías y diseño?

El caparazón de la innovación

Como decimos, los diseñadores más pasionales saben fundir de forma sofisticada la identidad de la tecnología con el diseño de los vehículos. La última versión del Hyundai KONA encarna a la perfección esta esencia. En el exterior, los responsables de su diseño han terminado de liberar al modelo del peso estético de las calandras tradicionales en el frontal (algo que ya se vio para la versión eléctrica de la anterior generación).

Mantiene varias entradas de aire dirigidas a incrementar la eficiencia y que varían en función del tipo de propulsor. Hyundai vuelve a sorprender en el apartado de la iluminación, integrando los faros en el revestimiento de las ruedas, por una parte; y por otra y quizá más protagonista, inscribiendo una línea de luz de diseño Seamless Horizon en el frente y la zaga. A esta apuesta futurista se le pueden encontrar incluso reminiscencias en la ciencia ficción.

Este nuevo KONA crece también con los revestimientos de los pasos de rueda, lo que facilita combinar ese nuevo aire de sofisticación tecnológica con la robustez necesaria para inscribirse en el segmento SUV. A propósito de esto, otra evolución más que significativa es que el modelo crece en longitud, pasando de los 4.160 mm a los 4.350 mm.

La nueva relación entre el conductor y vehículo

SUV eléctrico

La evolución estética tiene sus repercusiones directas en el interior. Por ejemplo, a tenor de la experiencia previa con la evolución del maletero del Hyundai TUCSON, el Hyundai KONA ahora ofrece 466 litros con los asientos levantados. Esto implica que se ha incrementado en un 30%, toda una conquista para el más disputado de los segmentos.

El interior también se ha puesto al día, respondiendo con creces a las nuevas tendencias. Se le ha dado un toque algo más minimalista, muy en consonancia con su apariencia exterior. Eso sí, se acompaña con una implementación sustantiva en el apartado tecnológico. Lo más visual son la sucesión de las dos pantallas para el cuadro de instrumentos y la de la consola central de 12,3″. Además, se incorpora un sistema de conectividad e infoentretenimiento de estreno, el Connected Car Navigation Cockpit, con actualizaciones de software OTA (Over The Air).

Tecnologías de asistencia a la conducción

Cámara panorámica del coche

De esta manera, la experiencia en la relación entre el conductor y el vehículo evoluciona. Aparte de lo que acabamos de describir, el modelo incorpora otro tipo de digitalización, la de acceso al vehículo con una llave digital que permite desbloquear la apertura acercando el smartphone o smartwatch sobre el tirador de las puertas delanteras, si el dispositivo móvil cumple con los requisitos técnicos necesarios para operar con esta tecnología.

Ese nuevo vínculo se traslada de lleno a la conducción, gracias las nuevas prestaciones que posibilitan los ADAS, tanto para el confort, como para la seguridad. La última generación del Hyundai KONA se pone al día con los sistemas de asistencia más avanzados, entre los que destacan el asistente de conducción en autopista, que posibilita mantener una distancia y velocidad fijas en autovía y con respecto al tráfico que nos rodea, previniendo las salidas de carril; o aprovechando la nueva sensorización del vehículo con los monitores de puntos ciego y de visión periférica. Todo esto no solo potencia la seguridad, sino también termina por suponer una menor fatiga para los conductores.

Versatilidad a la hora de integrar motorizaciones

SUV electrico

En materia de electrificación, la multi-tecnología se ha convertido en un elemento de autenticidad de los fabricantes más avanzados. Por una parte, contar con distintas variantes otorga una libertad pocas veces vista en la historia de la automoción para elegir en función de nuestras necesidades y gustos al volante, elevando el dinamismo de los vehículos. Esto es lo que guía en buena medida a Hyundai como único fabricante que ofrece cinco tecnologías eléctricas diferentes.

En el caso del Hyundai KONA, todo parte del hecho de que fue elucubrado desde un primer momento para ser un modelo 100% eléctrico. Tras esto, el vehículo se adaptó para el resto de opciones de propulsión, pero manteniendo las ventajas tecnológicas del primer diseño, como por ejemplo, en lo que aerodinámica se refiere. Así, esta segunda entrega del Hyundai KONA contará con cuatro tipos de motorización: térmica, híbrida ligera de 48V, híbrida convencional (HEV) y 100% eléctrica.

Todo ello se integra con el nuevo espíritu del modelo que encaja con la línea del fabricante de adelantarse a su propio tiempo. La esencia de esta nueva hornada de vehículos como el Hyundai KONA apunta, cuanto, a marcar tendencia.