En los últimos meses, todos los segmentos de la automoción han visto menguar sus ventas como consecuencia de los diversos contextos económicos. ¿Todos? No, todos no. Un grupo de irreductibles SUV resiste todavía a cualquier crisis, con la electrificación en el punto mundial de mira.
Desde su nacimiento, los SUV han superado las críticas de aquellos que creían que sería una moda pasajera y se han convertido en el principal motor que mantiene la industria de la automoción. Entre 2010 y 2018, pasaron de una cuota de mercado mundial del 17% al 39%. Hoy, según cifras de la Agencia Internacional de la Energía (IAE), casi uno de cada dos vehículos que se vende responde al diseño y dimensiones SUV. Representan el 46% de las ventas de coches en el mundo y son el único segmento cuyas matriculaciones no han dejado de crecer en Estados Unidos, La India o Europa, incluso bajo las complejas circunstancias económicas más recientes (pandemia, guerra o inflación).
Consumos y emisiones en la era SUV
Sí, los SUV mantienen el tipo para la industria. Entonces, ¿dónde está el problema, si es que lo hay? Algunas agencias medioambientales, como Transport & Environment, apuntaban ya hace cinco años el desafío que suponía el mayor peso SUV en el mercado, y es que estaban incrementando las emisiones de dióxido de carbono derivadas de dos variables: las relacionadas con la producción petrolífera dado el mayor consumo de estos vehículos; y las propias que escapan de los tubos de escape. La agencia T&E quería «ayudarnos» a visualizar la cifra de 700 millones de toneladas de CO2 a nivel mundial poniendo como ejemplo que este dato era más de lo que Reino Unido y Países Bajos generaban al año.
La comparación y la crítica estaban cargadas de cierto desatino y aleatoriedad. Este volumen de emisiones no es algo caprichoso que se pueda amortizar de la noche a la mañana. Requiere una evolución específica que algunos fabricantes líderes en la industria como Hyundai llevan años afrontando con planes de electrificación que recurren a las cinco tecnologías eléctricas disponibles. Si analizamos el por qué del auge SUV, lejos de ser una piedra en el camino, puede suponer una oportunidad para acelerar la evolución hacia una movilidad limpia.
Así, la estrategia eléctrica de Hyundai se ha extendido a lo largo y ancho de toda su gama, alcanzando de lleno a los modelos SUV más vendidos, no solo del fabricante, sino en todo el mercado nacional. Y es que, las variantes electrificadas del modelo más vendido en España en 2022, el Hyundai TUCSON, acumularon más matriculaciones que las de combustión. Este es el primer y necesario paso para invertir la tendencia con las emisiones.
¿Cuánto se reducen los consumos con la electrificación? Un análisis por tipo de tecnología
Vamos a tomar como referencia cómo reducen los consumos y las emisiones varios modelos del fabricante coreano, aprovechando que cuentan con modelos que presentan diversas variantes de motorización de combustión y eléctrica de la gama SUV. ¿Cuánto combustible y emisiones nos ahorra cada tipo de tecnología?
Híbridos ligeros de 48V
La primera y más «ligera» de las tecnologías eléctricas es la denominada hibridación ligera o modelos mild hybrid. Estos incorporan un sistema que asiste a la propulsión con batería de 48V y un generador híbrido de arranque suave. Les permite una reducción de consumos que puede llegar al 7%. Aunque pueda parecer poco margen, lo cierto es que el gran beneficio de este sistema lo encontramos a nivel industrial. Su implementación es sencilla y permite integrarse con facilidad y sin sobre-costes. Cuentan, como ventaja añadida, con la etiqueta ECO de la DGT.
En Hyundai, la encontramos disponible en hasta siete modelos y, como colofón, el fabricante la ha ido perfeccionando, introduciendo en la ecuación innovaciones como la tecnología de duración de válvula continuamente variable (CVVD) que hace que la eficiencia de los mild hybrid se adapte mejor al tipo de carretera y conducción.
- Por ejemplo, en el caso del Hyundai BAYON, el sistema de 48V, con batería de iones de litio de 0,46 kWh y un generador de 10 kW, le permite reducir su consumo en ciclo urbano WLTP (a velocidad baja) en unos 0,3 l/100 km.
- El Hyundai TUCSON, que también dispone de este sistema, le permite ahorrar hasta un 7% en emisiones y consumos. Si tomamos como referencia la versión con motor de gasolina 1.6 T-DGi, esta homologa 6.7 l/100 Km y 148 g/km de emisiones de CO2 con transmisión manual. Aplicando el ahorro comprobada por Hyundai gracias a su solución de hibridación ligera, esas cifras podrían quedar legar a quedarse en torno a los 6,3 l/100 km y 138 g/km.
Híbridos convencionales (HEV)
El siguiente paso de la electrificación es la integración de una motorización híbrida convencional. Representa la esencia de la tecnología híbrida originaria que ha alcanzado altas cotas de madurez y eficiencia, con una batería autorrecargable de mayor capacidad y, sobre todo, un motor eléctrico cuyo movimiento sí aporta su energía de forma directa al movimiento del vehículo y les hace también merecedores del distintivo ECO. ¿Cuánto reducen los consumos según las cifras de homologación?
- Para los híbridos HEV nos fijaremos en los bloques que montan las variantes del Hyundai KONA. Si su versión de gasolina 1.0 TGDi homologa 5,6 l/100 km, el consumo medio en el caso del híbrido se reduce hasta los 4,9 l/100Km.
- Por su parte, la versión híbrida del Hyundai TUCSON es capaz de reducir el consumo de combustible y ostenta una media en ciclo WLTP de 5,6 l/100 km y 127 g/km.
Híbridos enchufables (PHEV)
Los híbridos enchufables suben dos escalones cualitativos esta tendencia por lograr trayectos más eficientes. Lo más crucial y beneficioso de estas motorizaciones, desde esa perspectiva de eficiencia, es que son capaces de circular un número nada desdeñable de kilómetros en modo 100% eléctrico, De hecho, muchos pueden aprovechar ese modo para cubrir las necesidades de movilidad diarias en ciudad, cargar durante la noche y no quemar una gota de combustible.
Es por eso que, superada la autonomía de los 40 kilómetros, estos modelos cuentan con la etiqueta CERO. Es el caso de los modelos enchufables de Hyundai, todos poseen una autonomía en eléctrico alrededor de los 60 km. Así, aprovechar ese potencial de los híbridos enchufables está en manos de los conductores y sus posibilidades con la recarga.
Estas circunstancias hacen que las cifras de homologación sean una referencia, pero no absoluta, de cómo se puede aprovechar la tecnología PHEV. Por lo general, la cifra que se obtiene en la homologación es fruto, primero de agotar la batería en modo 100% eléctrico. Una vez ocurre esto, se activa la parte térmica y se calcula cuánto consume/emite hasta llegar a los 100 kilómetros.
Dos son los modelos de Hyundai disponibles con esta motorización eléctrica:
- El Hyundai TUCSON híbrido enchufable, que consigue bajar su consumo y emisiones hasta los 1,4 l/100 km y 31 g/km, con una autonomía en modo 100% eléctrico de 62 kilómetros.
- El Hyundai SANTA FE híbrido enchufable, por su parte, se queda en 1,6 l/100 km, 36,9 g/km CO2 y una batería capaz de aportar energía exclusivamente eléctrica durante 58 kilómetros.
El presente es eléctrico, pero el futuro es algo más
Si el resto de la industria sigue la estrategia de Hyundai, poco a poco el margen de emisiones de más que suponen los SUV se suavizará y, por supuesto, beneficiará al bolsillo de los conductores con un gasto menor en combustible, entre otras partidas relacionadas con el coche en propiedad. La mencionada IAE estimaba que el factor SUV ha elevado las emisiones un 20% más que si este tipo de vehículos jamás hubieran llegado al mercado.
Durante los próximos años, la clave residirá en comprobar cómo los modelos híbridos siguen con su particular conquista del mercado, dando tiempo a los 100% eléctricos para alcanzar una madurez que ya empezamos a tocar con los dedos en modelos como IONIQ 5, con autonomías homologadas que llegan hasta los 507 kilómetros. Y eso es solo el comienzo.
Hyundai tiene en el punto de mira el año 2035. En esa fecha y en Europa, los coreanos solo venderán dos tipos de modelos 100% eléctricos, los alimentados por este tipo de energía o los que montan una pila de combustible de hidrógeno para mover el motor eléctrico. Es, quizá, el fabricante que más avanzado y madurado esta última tecnología, con el Hyundai NEXO, otro SUV, abanderando la revolución de la movilidad a hidrógeno.
En cualquier caso, resulta patente que la electrificación ha pasado de ser opcional a una obligación madurativa. Es otro de los factores que explica, en buena medida, que modelos como el Hyundai TUCSON lidere el mercado. Y es sus posibilidades de electrificación concilian la necesidad actual del cambio hacia una movilidad limpia con el ahorro al ofrecer cifras de consumos inéditas para el segmento SUV.
Imágenes | Hyundai e IAE